República Dominicana siembra cada vez más café proveniente de otros países
¿Existe un café dominicano? Los orígenes demuestran que no. Sin embargo, desde su introducción a la isla La Española hace más de cinco siglos, el café se ha abierto paso en la agricultura, y la bebida de su infusión acompaña la vida productiva del dominicano en las mañanas, es invitada en las tardes sociales y forma parte hasta de las noches familiares.
En un intento de fortalecer una producción que ha dejado de dar abasto a los niveles de consumo local, las nuevas variedades que se importan para sembrar, resistentes a las plagas, y el café en grano, que se compra a otros países como materia prima, están cada vez más presentes en cada taza de café que se sirve en República Dominicana.
No obstante, la empresa Industrias Banilejas (Induban), que satisface el 86 % de la demanda del mercado local con Café Santo Domingo como su marca más destacada, informó a Diario Libre que el 80 % de sus compras provienen de la cosecha nacional, la cual, aun así, continúa siendo insuficiente para satisfacer la demanda del mercado doméstico.
Esto significa que la compañía debe completar el otro 20 % con compras a otros mercados.
Caída de la producción
Entre el 2002 y el 2010, la producción de café en la República Dominicana promediaba los 803,391 quintales por año, dominada por dos variedades tradicionales: la typica, una de las más antiguas en el país registrada hasta el momento, y la caturra, introducida en la década de los 80.
Ambos tipos de café provienen de la familia Arábica, ampliamente cultivada en todo el mundo por su calidad y buen sabor.
Sin embargo, el crecimiento prometedor del cultivo se vio lastrado por la diseminación de dos plagas devastadoras: el hongo Hemileia vastratix, popularmente conocido como la roya, y el insecto hypothenemus hampei o broca del café. Susceptibles a sus daños, las variedades con las que se inició la producción de un café «dominicano», están desapareciendo.
«En el 2004 el país tenía dos millones de tareas de café que fueron ferozmente atacadas por la broca y la roya. En el 2020, encontramos solo un millón de tareas que hemos rehabilitado, y hemos incorporado otras 250,000″, informó el viceministro de Producción del Ministerio de Agricultura, Eulalio Ramírez.
Las plagas mermaron en un 54.6 % la producción promedio del país. Del 2012 al 2022, se cosechó una media de 364,582 quintales por año. La productividad del rubro también se ha paralizado, con un rendimiento que ni siquiera llega al 1 % anual.
Hasta ahora, la producción de café en el año 2022 fue de 493,196 quintales, indicó Ramírez.
Fuentes:Listin diario