Obispo dice las riquezas sin sacrificios dañan RD
SANTIAGO.-El obispo auxiliar de la Arquidiócesis local de la Iglesia Católica afirmó anoche aquí que muchas personas quieren obtener bienes y comodidades sin sacrificar nada y con el menor esfuerzo posible, lo cual hace un gran daño a la sociedad dominicana.
Monseñor Carlos Tomás Morel Diplán también advirtió que estamos viviendo una época en la que se ha ido perdiendo el respeto a lo sagrado y a lo divino, lo cual es muy peligroso para una sana convivencia humana.
“Cuando se relaja lo sagrado y lo divino, entonces se le pierde el respeto al ser humano, y es cuando se cometen acciones hasta de crímenes, porque la gente se aparta de Dios”, subrayó monseñor Morel Diplán durante la homilía nocturna dominical de la misa en la Catedral Santiago Apóstol.
Dijo que en nuestra sociedad hay gente que quiere que se lo den todo sin ningún esfuerzo, o sea, dinero, empresas y hasta el país.
“Y algunos adultos dominicanos tienen la culpa de ese comportamiento, ya que les han enseñado que para lograr cosas no hay que hacer ningún esfuerzo ni sacrificio”, sostuvo el prelado católico.
Precisó que los cristianos tienen cada vez más que aferrarse a la fe, practicando el amor y la fidelidad al Todopoderoso, ya que esos valores se han ido perdiendo en los últimos tiempos.
“Ahí tenemos al padre de la fe, Abraham, quien no escatimó en ofrecer a su propio hijo en sacrificio, pero el Angel del Señor le advirtió que no lo degollara por su gran fe y amor a Dios”, puntualizó el obispo auxiliar santiagués.
Indicó que este tiempo cuaresmal es propicio para que los cristianos distingan con claridad cuáles conductas o comportamientos tienen que sacrificar para agradar al Señor y cumplir con sus mandamientos, que son de amor, fraternidad y generosidad hacia los demás.
Monseñor Morel Diplán exhortó a los dominicanos para que se dediquen a rechazar la corrupción, las maldades y a buscar más de Dios, ya que sin él nada es posible.
Además de obispo auxiliar de esta Arquidiócesis, monseñor Morel Diplán se desempeña como administrador apostólico de la diócesis de La Vega, hasta que el Vaticano nombre un nuevo obispo allí.