Estados Unidos señala a uno de sus exdiplomáticos como espía de Cuba
Tras una vida dedicada a la diplomacia estadounidense, Víctor Manuel Rocha ha sido detenido y será llevado a los tribunales en Miami. Así lo anunció, en la noche del lunes 4 de diciembre, la Fiscalía de Estados Unidos, que acusa a Rocha –que fue embajador de EE. UU. en varios países de América Latina— de trabajar como espía para Cuba.
“Esta medida expone una de las infiltraciones de mayor nivel y duración en el Gobierno de Estados Unidos por parte de un agente extranjero. Alegamos que, durante más de 40 años, Víctor Manuel Rocha actuó como agente del Gobierno cubano y buscó y obtuvo puestos dentro del Gobierno de Estados Unidos que le proporcionaban acceso a información no pública y la posibilidad de afectar la política exterior estadounidense”, apuntó el fiscal general Merrick B. Garland, en un comunicado difundido por el Departamento de Estado.
Rocha tiene una amplia carrera como diplomático, ahora ya retirado. Trabajó para el Departamento de Estado con los presidentes Bill Clinton y George W. Bush durante más de dos décadas. Sirvió en el Consejo de Seguridad Nacional de 1994 a 1995; ejerció como subdirector principal de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, entre 1995 y 1997; fue embajador de EE. UU. en Bolivia, de 2000 a 2002, y se desempeñó como asesor del mando militar estadounidense, 2006 a 2012, puesto con el que tuvo relevancia en las embajadas de EE.UU. en República Dominicana, Argentina y Cuba.
Pero, según la denuncia de la Fiscalía, su trabajo como espía empezó mucho antes. El diplomático, que nació en Colombia y después se nacionalizó como estadounidense, habría estado colaborando con el Gobierno de Cuba desde 1981. Uno de sus objetivos, según los datos publicados por las autoridades estadounidenses, era “fortalecer la revolución cubana”.
¿Cómo descubrieron al supuesto espía?
Tras más de cuarenta años presuntamente como espía, muchos se preguntan cuál fue el error que incriminó a Rocha. Según las pruebas adjuntadas, el exdiplomático se habría delatado a sí mismo. Eso sí, durante una encerrona planeada por el FBI, en la que hicieron que un agente encubierto de la agencia, “Miguel” –que se hacía pasar agente de la inteligencia cubana—, se reuniera con Rocha el año pasado en Miami.
«Lo que hemos hecho es enorme (…) Más que un Grand Slam», apuntó en una de estas escuchas.
Durante estas, el estadounidense de origen colombiano elogió a Fidel Castro y se refirió a él como “comandante”, además de calificar a Estados Unidos como el “enemigo” y acusar la ineficiencia el departamento de contraespionaje estadounidense, que no fue capaz de detectarlo durante más de 40 años como topo cubano, según acusa la denuncia.
De acuerdo con los indicios, la estrategia de Rocha consistía en hacerse pasar por una persona de derecha para que no se le relacionara con el asunto. Sus conocidos aseguran que el exdiplomático era abiertamente seguidor del expresidente de extrema derecha Donald Trump. Inclinaciones supuestamente falsas que solo serían parte de su tapadera.
Según la agencia de noticias AP, que publicó la información en exclusiva, al ser arrestado e interrogado el viernes pasado por el Servicio de Seguridad Diplomática, Rocha negó haber conocido a alguien que coincidiera con la descripción del agente encubierto del FBI.
La revelación ha sorprendido también a colegas de profesión, como a John Feeley, exdiplomático y antiguo embajador de EE. UU. en Panamá, que trabajó junto a Rocha hace décadas. Para él, es una de las peores filtraciones en la historia de la inteligencia del país.
«Es más que irónico que haya cultivado esta personalidad caricaturesca (…) Y que aparentemente todo el mundo se lo haya creído», sostuvo Feeley.
Su observación es compartida por otros. Y es que, entre todos los escándalos de espionaje de los últimos 40 años, Rocha sería el primer miembro del servicio exterior de élite de EE. UU. acusado de traicionar su juramento a la nación.
«Durante décadas, Rocha supuestamente trabajó como agente encubierto para Cuba y abusó de su posición de confianza en el Gobierno de Estados Unidos para promover los intereses de una potencia extranjera», sostuvo el fiscal General Adjunto Matthew G. Olsen, de la División de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia.
Nacido en Colombia, Rocha se crio en un hogar de clase trabajadora en la ciudad de Nueva York y obtuvo una sucesión de títulos en artes liberales de las universidades de Yale, Harvard y Georgetown, antes de unirse al servicio exterior.
Ahora, podría enfrentarse a cargos relacionados con violación de la seguridad nacional y diplomática de Estados Unidos.
Con AP y medios locales
Fuente: france24