Refidomsa asegura que cuencas de San Juan y Azua poseen gran potencial para explotación de petróleo
La Refinería Dominicana de Petróleo (Refidomsa) presentó este martes los avances del informe sobre Modelamiento Geoquímico de Cuencas Sedimentarias en el territorio nacional, donde revela las cuatro cuencas que alcanzaron el nivel de temperatura, presión y profundidad para la generación de petróleo y gas para futura explotación.
El subdirector de la Unidad de Investigación y Exploración de Petróleo y Gas de Refidomsa y coordinador del equipo, Gregorio Rosario, explicó que este estudio evidencia que la cuenca delCibao (en el norte) y la de Enriquillo (en el sur) son las de mayor potencial para gas natural, mientras que la de San Juan y Azua (también en el sur) presentan gran capacidad para petróleo.
De acuerdo al coordinador de equipo, se estima que a final del 2024 se tenga información exacta de si se puede explotar los hidrocarburos existentes en el país.
Rosario señaló que los resultados obtenidos del modelo geoquímico, demuestran que las “rocas fuente” en las cuencas estudiadas han alcanzado las condiciones necesarias de profundidad, presión y temperatura para la generación de petróleo, situándolas en un tiempo geológicamente significativo.
“Los resultados del análisis de reflectancia de vitrinita (porcentaje de luz incidente reflejada), indican que las rocas fuente estudiadas son maduras termalmente y están en las ventanas que reflejan la producción de petróleo y gas», dijo el subdirector de la Unidad de Investigación y Exploración de Petróleo y Gas de Refidomsa.
Agregó que este tipo de estudios se han estado realizando por más de 100 años en República Dominicana y las profundidades alcanzadas en la historia han sido de 3,000 metros, sin embargo, en la actualidad, las profundidades que están generando formaciones de petróleo y gas son de 2,000 a 4,000 metros, «algo nunca antes visto y es un buen indicio para la economía del país”
El ejecutivo manifestó que, de ser positiva las respuestas de estas observaciones, serán de gran beneficio para la isla ya que atrae inversiónextranjera. Además, subrayó que cuenta con la colaboración de Colombia, Ecuador, Argentina, así como del apoyo la Universidad Pedro Henríquez Ureña (Unphu), entre otros.
En febrero de este año, en el primer estudio se ubicaron 118 puntos de muestreo, donde se recolectaron 100 muestras de rocas antiquísimas para análisis geoquímicos, petrofísicos y petrográficos.
Además de las de Azua, San Juan, Cibao y Enriquillo, el país tiene otras dos áreas o cuencas con interés para la exploración de hidrocarburos: San Pedro y Ocoa (ambas en el mar). En estos seis puntos existen fallas y estructuras que podrían funcionar como trampas para retener hidrocarburos.
Pero, una Guía sintética sobre áreas de interés exploratorio para la industria de hidrocarburos, elaborada por el Ministerio de Energía y Minas, ya estableció que para que la nación asegure si tiene petróleo comercialmente explotable se necesita saber, en primer lugar, si existe un sistema petrolero que funcione.
El proyecto de investigación presentado por Refidomsa, denominado «Reconstrucción de la historia termal de las cuencas sedimentarias de la República Dominicana», lo ejecutaron durante dos años expertos de la Unidad para la Exploración y Explotación de Petróleo y Gas de la entidad, y de las universidades Nacional Pedro Henríquez Ureña e Industrial de Santander de Colombia.
En cuanto a las muestras de crudo analizadas, recolectadas en las localidades de Maleno y Higüerito, en la cuenca de Azua, los resultados de densidades varían y corresponden a crudos pesados con bajas viscosidades.
«Los contenidos de azufre son altos y, por consiguiente, estos crudos son considerados agrios y corrosivos para la refinería», señala el informe. Su aspecto atractivo es su buen contenido en compuestos saturados.
En suma, los resultados analíticos permiten confirmar que en las cuencas de Azua, San Juan, Cibao y Enriquillo se presentan potenciales sistemas petrolíferos.
Los investigadores recomiendan realizar un muestreo sistemático con control estratigráfico para formaciones generadoras, reservorio y sello en las cuatro cuencas estudiadas. Además, realizar correlaciones crudo-roca y crudo-crudo a partir de muestras para identificar la o las «rocas fuente» que están generando o generaron hidrocarburos.