Santo Domingo.- El pasado martes 8 de abril de 2025, la discoteca Jet Set en Santo Domingo fue escenario de una de las peores tragedias en la historia reciente de la República Dominicana. Durante una presentación del reconocido merenguero Rubby Pérez, el techo del establecimiento colapsó repentinamente a las 12:44 a.m., dejando un saldo de 226 personas fallecidas y al menos 189 heridas .

Entre las víctimas se encuentran figuras prominentes como el propio Rubby Pérez, los exbeisbolistas de Grandes Ligas Octavio Dotel y Tony Blanco, la gobernadora de Monte Cristi Nelsy Cruz (hermana del pelotero Nelson Cruz), y el diseñador de modas Martín Polanco. También fallecieron miembros de la familia Grullón, vinculados al Grupo Popular, y funcionarios como el director de infraestructura urbana del Distrito Nacional, Christian Alejandro Tejeda, junto a su esposa esposa.

Las labores de rescate se extendieron por más de 50 horas, logrando sacar con vida a 189 personas de los escombros. El presidente Luis Abinader visitó el lugar del desastre y declaró seis días de duelo nacional. En sus declaraciones, exigió respuestas claras sobre las causas del colapso y aseguró que se utilizarán todos los recursos gubernamentales en la investigación .

Aunque la causa exacta del colapso aún está bajo investigación, se ha formado una comisión para determinar las responsabilidades. Abogados han señalado que, aunque no se evidencia una intención dolosa, los propietarios de la discoteca podrían enfrentar demandas civiles por indemnización a las familias afectadas .

La tragedia ha generado una ola de condolencias tanto a nivel nacional como internacional. Gobiernos de países como España, Francia, Italia, Haití, Chile, Cuba, El Salvador, Panamá, Perú, Rusia y Venezuela han expresado su solidaridad con el pueblo dominicano. Asimismo, artistas y figuras públicas como Bad Bunny, Daddy Yankee, Juan Luis Guerra, Marc Anthony, y las actrices Zoe Saldaña y Clarissa Molina han manifestado su pesar por lo ocurrido .

La discoteca Jet Set, con más de 50 años de historia, era un ícono de la vida nocturna en Santo Domingo. Esta tragedia ha dejado una profunda huella en la sociedad dominicana y ha puesto en evidencia la necesidad de revisar y reforzar las medidas de seguridad en lugares de entretenimiento masivo.